Sobre el derecho a elegir juez
En vista de que los jueces
se han decidido –por fin–, parece, a salir del armario ideológico y mostrarnos
a las claras sus simpatías –o antipatías– políticas y religiosas, considero que
el derecho fundamental de cualquier ciudadano que vaya a ser juzgado por la
presunta comisión de algún delito es el de poder elegir  juez. Y es que –cada día estoy más convencido–,
el veredicto final de muchos juicios –en especial aquellos en los que se juzgan
actos relacionados con la ideología de género o política o religiosa– está muy determinado
por el sesgo ideológico del juez que lo emite. A la hora de juzgar ciertos
delitos –y a ciertos presuntos delincuentes– no es lo mismo que el juez sea uno de esos magistrados catalogados como
progresistas a que lo sea uno catalogado como conservador.
Generalmente, una persona de izquierda querría, como es lógico, ser juzgada por un juez de izquierdas; una persona de derecha, en cambio, preferiría un juez de derechas. Ahora bien, creo que esta preferencia no se daría en todos los casos: dependería también del tipo de delito por el que fuéramos a ser juzgados. Así, por ejemplo, una persona de izquierdas que fuera a ser juzgada por un presunto delito de violencia de género puede que prefiriera que le juzgase un juez de derechas…(¿¡O no?!).
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